Cambiarán la forma de operar el sistema energético alimentando la toma de decisiones con información precisa en tiempo real
La introducción de las tecnologías digitales a lo largo de toda la cadena de valor de la industria energética va a posibilitar una transición sin precedentes de las redes eléctricas actuales hacia las denominadas redes eléctricas inteligentes. Este cambio tendrá repercusión para las grandes compañías energéticas, pero también para muchos otros agentes que hasta ahora han sido prácticamente espectadores del cambio. Las nuevas redes contendrán una infraestructura avanzada de comunicaciones e información y serán más eficientes, seguras y limpias. Para que esto sea posible, será necesario que puedan gestionar con rapidez altos volúmenes de datos de gran variedad. Las técnicas de Big Data, Inteligencia Artificial o Cloud Computing serán las que posibiliten explotar dichos datos.
Aunque estas técnicas son parte del dominio de la matemática, la algoritmia y la ciencia computacional, y no son nativas del mundo de la energía, su impacto en la evolución de los sistemas energéticos puede ser mayúsculo. La investigadora Laura L. Pullum lidera un grupo de trabajo del IEEE dedicado a revisar las aplicaciones de Big Data, Aprendizaje Automático e Inteligencia Artificial en la red eléctrica inteligente, en el que no sólo anticipan dónde podrán aplicarse estas técnicas, sino que ayudan a entender los beneficios, los desafíos, y también los problemas de su empleo, tal y cómo sintetizan aquí. Ente otras cosas, la recopilación y procesado de datos permitirá incrementar la satisfacción de los clientes gracias a la reducción en sus facturas debida a varios factores: a la mejora de la eficiencia energética al disponer de datos desagregados de su consumo de energía, a un mejor aprovechamiento de los recursos eólicos y solares, al conseguir mejorar las predicciones de generación renovable permitiendo reducir sus vertidos e integrarlas de manera óptima con otras fuentes de generación convencional o de almacenamiento y a la mejora en la calidad del servicio que permitirá, por ejemplo, detectar e identificar faltas o inestabilidades de tensión y evitar que se produzcan blackouts del sistema. Sin duda hay un enorme movimiento en el mercado alrededor de esta tecnología, de acuerdo a un informe de BDO, se observa un enorme crecimiento de inversiones del sector energético en Big Data e Inteligencia Artificial, mostrando ejemplos de adquisiciones de start-ups o empresas tecnológicas relacionadas con la Inteligencia Artificial y el análisis y procesamiento de datos, como el caso de este ejemplo.
Ahora más que nunca, la información es poder. Nuestros sistemas de supervisión, control y adquisición de datos están preparados para que nuestros clientes dispongan de una herramienta avanzada no sólo para monitorizar en tiempo real el funcionamiento de sus instalaciones, sino para realizar análisis avanzados de los históricos de los sistemas energéticos que operan.