Posibilitará el intercambio de energía y servicios de red sin límites ni fricción
Desde la segunda revolución industrial, donde se llevó a cabo la electrificación de la industria, de las ciudades y de los territorios en general, el modelo del sistema eléctrico no ha cambiado sustancialmente. La aparición de nuevas tecnologías como el almacenamiento, las microrredes y la energía distribuida, está favoreciendo una disrupción sin precedentes en el sector que permitirá reescribir el modelo de sistema eléctrico y conseguir eficiencias hasta ahora impensables. La gestión de estos sistemas compuestos por pequeños agentes de generación y consumo distribuidos se vuelve compleja y es donde entran en juego nuevas tecnologías como el Blockchain o cadena de bloques.
Blockchain es una innovación de software que permite almacenar información encriptada de forma segura, permitiendo realizar transacciones de valor a través de una red autónomamente y sin la necesidad de un intermediario central para verificar y aprobar este intercambio. La primera transacción de energía con Blockchain se produjo en Nueva York en abril de 2016. Dos años después, 122 organizaciones en todo el mundo están involucradas en esta tecnología y unos 40 proyectos han sido desplegados hasta la actualidad, proyectos como el de Grid Singularity.

En más detalle, el Blockchain funciona como un «libro contable» en el que se registran transacciones que pueden representar registros de transacciones energéticas, divisas, información, etc. Esta cadena de bloques está distribuida y sincronizada entre todos los nodos de la red, los cuales se encargan de verificar y registrar dichas transacciones. Cualquier modificación del Blockchain necesita el consenso de los nodos participantes, lo que supone una gran innovación al no requerir de un intermediario centralizado que identifique y certifique la información, tales como empresas distribuidoras de energía, operadores del mercado o entidades bancarias. Estas transacciones son transparentes y, debido a su naturaleza distribuida, el Blockchain reduce costos y tiempos de transacciones, así como añade un altísimo nivel de seguridad ante hackers. Además de la ausencia de una entidad que opere un mercado de intercambio de energía o de otros servicios necesarios en la red eléctrica, la tecnología Blockchain permite la implementación y ejecución de los llamados contratos inteligentes, que posibilitan transacciones entre las partes sin que se conozca su identidad ni los detalles de los acuerdos por ningún tercero.
El Blockchain pone en manifiesto una verdad incómoda que enfrenta a la industria de suministro de energía tradicional: en alguna etapa, será más barato y más efectivo autoabastecerse o comprar directamente la energía de vecinos, que confiar en la red eléctrica convencional, para así proporcionar energía limpia, fiable y barata. La llegada de la tecnología del Blockchain puede ser comparada con la llegada del desarrollo de internet en los años 90, es decir, será un sistema que cambiará nuestra forma de entender los negocios y la sociedad, no obstante, esta novedosa tecnología todavía tiene retos por delante, como mejorar su escalabilidad y la eficiencia de las transacciones. Y por supuesto, un marco regulatorio adecuado para exprimir todo el potencial de la tecnología.