Continuamos con la línea editorial de 2020: desafíos por el clima. Retomamos con un nuevo colaborador un desafío económico a la hora de transitar a un sistema energético sostenible que ya tratamos en un post anterior: energía para el desarrollo, sin lastrar el avance de las economías más pobres. Hemos hablado con Manuel García Domínguez, director de Smart Energy Concept para África occidental, para que nos dé su punto de vista sobre este desafío.
¿Cuáles son las principales diferencias del sector energético en economías emergentes en comparación con otras más desarrolladas?
Tomemos Benín como ejemplo. Como muchos países africanos su economía depende de la exportación de materias primas, uno o dos productos, en este caso del algodón y los anacardos. La generación, transporte y venta de energía está controlada por la SBEE, sociedad estatal muy frágil desde el punto de vista financiero y de gestión.
El 85 % de la energía del país es importada. Y la producción propia se basa en combustibles fósiles. El estado de las redes es muy pobre. Son abundantes los cortes y el 50 % de la población no tiene acceso a las redes. Además, al ser importada, es cara.
Esto impide el desarrollo de una industria textil propia en un país que depende fundamentalmente de la exportación del algodón, pese de contar con factores competitivos claves como el acceso a la materia prima, el coste de la mano de obra, una posición geográfica próxima a los mercados americanos y europeos, frente a los grandes productores asiáticos.
Otro factor endémico que considerar es la corrupción y la debilidad de los estados para garantizar marcos jurídicos estables. Cabe señalar también las carencias de la banca local, cuya percepción de los proyectos de energías renovables todavía no es entendida como una necesidad sino como un lujo.
Estas circunstancias son extrapolables a prácticamente todos los países del África occidental. La parte positiva es que se están liberalizando los mercados para aquellos lugares a los que no llegan las redes estatales. El reto es movilizar financiación internacional para impulsar el acceso de la población a la energía.
“Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos” es uno de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas. ¿Qué acciones específicas se están llevando a cabo a nivel mundial para alcanzar ese objetivo?
En el marco de África un jugador determinante está siendo la cooperación internacional institucional de Estados Unidos y Europa. Existen claras razones geoestratégicas para que ambas potencias hayan apostado por el soft-power de la cooperación para garantizarse la influencia en la región y el acceso a las materias primas (El 80 % de las reservas mundiales de coltán están en RDC, la bauxita en Guinea y así podríamos continuar).
Esto se está traduciendo en que todas las agencias de cooperación están orientando la gran mayoría de los recursos a la financiación de proyectos de energías renovables. Ejemplos: sólo en Benín la Cooperación Norteamericana, Millennium Challenge Agency (MCA), está financiando a coste perdido proyectos fotovoltaicos por valor de 375 M USD.
Sin embargo, el reto es encontrar empresas que conozcan los mercados africanos y con capacidad para ejecutar los proyectos en términos de calidad, coste y plazos. Otro ejemplo, MCA dotó un programa similar en Senegal con 500 M USD y no fue capaz de ejecutarlo. Al cabo de dos años, MCA retiró la financiación.
¿De qué manera la cooperación público-privada podría ayudar a alcanzarlo?
La liberalización del sector es un hecho. La única diferencia entre los diferentes países es la velocidad de ejecución. La falta de recursos de los gobiernos es endémica. El único camino posible y que está empezando a desarrollarse es la cooperación- público privada a través de modelos BOT, BOO… Los marcos legales son cada vez más sensibles a este tipo de cooperación dentro del mundo de las renovables. La ONU, las agencias de cooperación, ……la apuesta es muy importante.
Ahora el reto está en atraer a la financiación internacional y encontrar empresas capaces de ejecutar los proyectos. Desgraciadamente, las empresas españolas son grandes desconocidas en África más allá de colaboraciones puntuales.
El desarrollo de energías renovables, ¿puede ser motor de crecimiento económico?
Las energías renovables y las telecomunicaciones son los dos factores críticos de éxito para el desarrollo económico y social. Un solo ejemplo; en África central a las 19 horas es de noche. ¿Cómo puede estudiar un niño sin luz? Las renovables van a cambiar el perfil de África junto con las telecomunicaciones. Pensemos en lo que supone que 1000 millones de cerebros tengan acceso a la educación, a emprender… lo que va a suponer liberar toda esa capacidad de conocimiento para el desarrollo de la humanidad.
¿Cómo afecta el acceso a la electricidad al desarrollo de los países?
La historia de la humanidad está ligada a la capacidad del hombre para gestionar la energía. Todo empezó con el fuego, la rueda permitió gestionar mejor la energía animal, el arado romano permitió una agricultura más eficiente y creó el imperio romano. La eólica permitió el descubrimiento de América ca través del desarrollo de embarcaciones capaces como las carabelas que permitieron atravesar el Atlántico, el regulador de Watt y la revolución industrial, la energía nuclear…Todos los grandes imperios están ligados a grandes avances en la gestión de la energía, y también su caída. La evolución del a humanidad se puede leer en clave de gestión de la energía.
Es divertido pensar que mucha gente considera que las energías renovables como algo nuevo. Pasamos del paleolítico al neolítico cuando aprendimos a utilizar mejor la energía del sol y del agua a través de la agricultura intensiva. Los vikingos fueron en realidad unos señores que aprendieron a ser más eficientes en la utilización de la energía eólica y eso les permitió saquear Europa. Don Quijote veía en los molinos a gigantes y quizás no estaba tan equivocado…