Alejada de combustibles fósiles, aprovechará los avances tecnológicos para conseguir prestaciones superiores a las fuentes más antiguas.
Existen pocas dudas del impacto de la actividad humana en aquellos ecosistemas que habita. Una de las formas de impacto más conocidas es el cambio climático que, a diferencia de otras, afecta a escala global. Pensando no sólo en este impacto, sino también en otros que de forma directa afectan a la salud de las personas, fauna y flora, sabemos que la generación de energía tiene un papel clave, siendo fundamental que se lleve a cabo de forma limpia.
La beligerancia de los humanos contra aquellos elementos que ensucian nuestro planeta es creciente y, aunque aún no es suficiente, existen muestras indudables del compromiso a distintos niveles para respetar más el planeta en el que vivimos. Desde Europa se respalda el desarrollo de un sistema energético concienciado con dicho respeto por medio del tercer reto social derivado de la estrategia Europa 2020 denominado Energía segura, limpia y eficiente.
A nivel global, las Naciones Unidas han definido 17 objetivos de desarrollo sostenible para transformar nuestro mundo, dentro de los cuales se encuentra el objetivo número 7: «Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos». Organizaciones como IRENA (International Renewable Energy Agency) dan soporte a los países en su transición hacia un futuro energético sostenible y sirven de foro en el que los países intercambian experiencias, visiones y compromisos, como se muestra en este vídeo de la asamblea de este año.
La iniciativa privada es también importante para afrontar estos retos. La industria del capital riesgo combinada con el soporte proporcionado por programas públicos para impulso del I+D son clave para impulsar el nacimiento de tecnologías energéticas limpias. Así encontramos grupos de inversión como el Clean Energy Venture Group, relacionado en su origen con el MIT, que apoya proyectos tecnológicos con capital inicial y experiencia en la creación de empresas que ponen la energía limpia en el centro de su negocio.
Mis compañeros en Norvento y yo misma trabajamos en el desarrollo y en la integración de fuentes de energía limpias para ayudar a nuestros clientes a ser energéticamente más eficientes y reducir su impacto en nuestro ecosistema.