Asumiendo la función de las plantas basadas en combustibles fósiles
La capacidad instalada en proyectos de baterías conectadas a nuestros sistemas eléctricos se ha multiplicado por más de 15 en los últimos 5 años según la Agencia Internacional de la Energía. ¿Por qué está ocurriendo? Existen dos razones fundamentales: por un lado, la necesidad por parte de los sistemas eléctricos de que así sea y por otro, los avances tecnológicos que hacen que los sistemas de almacenamiento, que combinan baterías con electrónica de potencia, sean económicamente accesibles.
Los sistemas de almacenamiento son un elemento clave para la transición energética, que nos lleva desde fuentes de energía como el carbón, gas natural o nuclear, hacia fuentes como la eólica o fotovoltaica que carecen de la posibilidad de modular su producción y escoger cuando ésta ocurre. La realidad técnica es que cada vatio adicional de eólica o solar el sistema eléctrico requiere una gestión más compleja, que en caso de no producirse podría resultar en un corte del suministro. Esto ocurre porque los desequilibrios temporales entre producción y consumo son absorbidos por la inercia de las masas rotativas en nuestras centrales convencionales, lo que se manifiesta en pequeñas variaciones de frecuencia. Cuando las energías renovables desplazan a las convencionales el sistema pierde parte de su inercia y estas variaciones son más abruptas y difíciles de gestionar.
La presencia masiva de eólica y solar en las redes requerirá, y ya requiere, acciones adicionales sobre las propias redes para asegurar la capacidad de éstas de mantenerse en equilibrio. Una de las formas de que redes con alta presencia de eólica y solar sean capaces de operar de forma equilibrada es la presencia de sistemas de almacenamiento que absorben de forma instantánea excedentes o compensan la falta de producción renovable. Esa es una de las funciones del proyecto Hornsdale Power Reserve, en el Sur de Australia, construido por Tesla y que representa una capacidad de almacenamiento de 129 MWh, capaz de entregar hasta 100 MW cada instante. El servicio de equilibrado que este sistema de almacenamiento presta a la red eléctrica australiana está remunerado por el operador, generando ingresos para la compañía propietaria. Sin duda un marco retributivo adecuado como el que ha permitido implantar este sistema en Australia es clave para la aparición de estos proyectos en países en los que la penetración de fuentes renovables como solar o eólica está en crecimiento.
No pensemos que la única forma en la que el almacenamiento contribuirá a posibilitar una gran presencia de renovables son los grandes sistemas de baterías. En un futuro cercano numerosas industrias contarán con sistemas de almacenamiento, incluso lo harán los particulares, sea a través de baterías parte de sus sistemas de autoconsumo o a través de las baterías de sus vehículos eléctricos. La agregación de todos estos pequeños sistemas de almacenamiento y su operación coordinada será fundamental para asegurar el equilibrio entre generación y demanda en un mundo en el que afortunadamente tendremos muchas más renovables contribuyendo a la generación de energía.
Por tanto, pongamos un ojo en tener muchas más fuentes de generación renovable, pero no dejemos de poner otro en los sistemas de almacenamiento que lo harán técnicamente factible.
¿Quieres saber por qué están teniendo éxito los sistemas de almacenamiento con baterías? ¡Entra en nuestro blog en unos días y podrás leer un post completo al respecto escrito por nuestro experto Gerardo Medrano!