Producirá combustibles consiguiendo reciclar el CO2 atmosférico
Hace años que los científicos tratan de emular los complejos procesos de la fotosíntesis natural que se producen en las plantas y algas. Estos procesos naturales, perfeccionados durante millones de años, permiten aprovechar la energía solar para obtener carbohidratos y oxígeno a partir de agua y de la captura de CO2. La reproducción artificial de la fotosíntesis supondría una verdadera revolución en el ámbito energético al conseguir producir combustibles de alta calidad fácilmente almacenables a partir de una fuente ubicua, gratuita, inagotable y perfectamente neutra en emisiones de CO2 emitidas a la atmósfera. Desde un punto de vista tecnológico, ésta es una meta de carácter multidisciplinar por la que apuestan prestigiosos centros de investigación, universidades y gobiernos de todo el mundo.
En el Joint Center for Artificial Photosynthesis (JCAP) en EEUU, constituido por investigadores de CalTech y del Lawrence Berkeley National Laboratory, el equipo liderado por el doctor John Gregoire trabaja en desarrollar estrategias que permitan la detección rápida de materiales con capacidades de foto-absorción. También trabajan en este ámbito en el Massachussets Institute of Technology, donde el profesor Yogesh Surendranath ve un futuro en el que el ciclo de los combustibles sea perfectamente limpio y neutro en CO2. Para ello, trabajan en prometedoras técnicas que permitan ajustar la selectividad de los catalizadores y a la postre aumentar la eficiencia en el ciclo de conversión de CO2 en combustible.
A este lado del atlántico, otros equipos de investigación tratan de avanzar en su objetivo de sintetizar combustibles a partir de la luz, como los que se agregan dentro del proyecto A-LEAF. El proyecto está formado por investigadores de diversos países entre los que se encuentra España y su trabajo, de momento, se ha orientado a la identificación de características de la materia que permitirán diseñar nuevos catalizadores para una reducción de CO2 más eficiente.
Todos ellos trabajan para desarrollar una tecnología eficiente, económica, segura y limpia, capaz de producir combustible únicamente a partir de la luz del sol, del agua y del CO2. Los ingredientes son simples, pero el objetivo ambicioso.